El duelo de los niños o duelo infantil

La muerte forma parte de la vida, está presente desde que nacemos y genera situaciones tan contradictorias como que no llevemos a nuestros hijos ni al tanatorio ni al cementerio por si se traumatizan y sufren.

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Queremos protegerlos de eso, pero los disfrazamos de muertos el día de Halloween. Este exceso de protección es un factor de riesgo para la construcción emocional de los niños, no debemos subestimarlos. Proteger del sufrimiento, significa proteger de la vida.

Ellos se dan cuenta de todo lo que les rodea, y si perciben algo extraño y nadie les informa de lo que sucede, recurren a su propia fantasía e interpretación, aumentando así sus miedos, angustias y confusiones.

Los niños no nacen con miedo a la muerte, somos los adultos los que, ocultando la muerte y la enfermedad durante su educación, creamos el tabú.


Que se preguntan los niños sobre la muerte

De niños nos preguntamos ¿de dónde venimosy ¿adónde vamos?.

Las preguntas de los niños suelen ser claras y concretas, en cambio, lasrespuestas de los adultos suelen ser confusas y evasivas.

Debemos ser conscientes de que la dificultad para comunicar la muerte a los niños tiene que ver más con las resistencias del adulto a naturalizar la perdida.

Solemos evitar sin querer que los menores pasen por ese dolor que incluso a nosotros nos cuesta gestionar.

Una muerte temprana de alguien cercano (padre, madre, hermano, abuelo…) ya sea físicamente o en forma de abandono, puede desconcertar al niño, al tratarse de un cambio muy repentino en su vida.

Supone aceptar que esa persona que estaba contigo todos los días no va a volver. Si el niño tiene capacidad para hacer la pregunta, tiene capacidad para escuchar la respuesta.

Cuando estos se hacen preguntas y no les ayudamos a resolverlas, su mente suele construir respuestas más angustiosas. No hay nada peor para su mente que la curiosidad resuelta con evasión e incertidumbre.

Por tanto, debemos contestar sus preguntas de forma clara, concisa y con tranquilidad, dando espacio y expresión a sus emociones, dudas y sentimientos. Haciendo saber que tiene la libertad de expresarse y que es normal, que no entienda lo que ocurre.



Aspectos a tener en cuenta para ayudar a un niño a enfrentar la muerte

Las reacciones que observen a su alrededor también determinarán enormemente su manera de manifestarse respecto a esto.

No todos los niños pasan el duelo por igual.

Es importante:

  • Escuchar siempre las preguntas de los niños. No interrumpirles con nuestros temores.
  • Hacerles partícipes en los rituales de duelo siempre que ellos quieran y a su manera (dibujando una flor, escribiendo unas líneas…) Preguntarles qué quieren, contar con ellos.
  • Hablar con claridad de la irreversibilidad de la muerte.
  • Evitar mentirles y no darles falsas esperanzas.
  • Construir un álbum del fallecido con su biografía con detalles y anécdotas, como fotos, canciones, entradas de conciertos, colonia preferida… es un buen apoyo para que, a través de la imaginación, puedan reconstruir la identidad del fallecido. Porque siempre tendremos un padre/madre/hermano/abuelo/a aunque este fallecido.

El sufrimiento necesita ser canalizado. Cuando no lo hacemos se les manifestará en forma de signos y síntomas físicos (sobre todo problemas en su conducta: inquietud, nerviosismo, falta de atención, mal comportamiento en el colegio, en casa, llamadas de atención, insomnio, anxiety, problemas en la alimentación…)

Tenemos que intentar:

  • Ayudar a identificar las emociones del niño. Es importante que el niño aprenda a poner nombre y manejar sus emociones.
  • Enseñarle a aceptar y reelaborar la perdida y la lucha contra el intenso dolor.

El niño deber ser capaz de afrontar y aceptar, expresando, lo que va sintiendo, en el caso de que haya un resurgimiento de esas emociones dolorosas, ya que se encuentra en una montaña rusa emocional.



¿Cómo comunicarle la muerte a los niños?

Un niño lo único que necesita es poder expresar sus emociones, temores, miedos e inquietudes y un adulto capaz de escucharlo y saber explicar con palabras simples y sensibles que es lo que ocurre, sin mentirle.

Se recomienda que sea la persona más cercana al niño quien le comunique la noticia.

No pasa nada si esta llora, es completamente normal, pero siempre mostrando un autocontrol para darle seguridad al menor.

Si esta persona se encuentra muy afectada, deberá ser otra persona cercana y de confianza del niño.

El momento dedar esta noticia no es fácil, sin embargo, algunaspautas para comunicárselo serían:

  • El lugar debe de ser lo más tranquilo posible y si se puede, que sea un lugar en el que el niño se sienta seguro.
  • Pueden confundirlo, hemos perdido…, se nos ha ido…, está en el cielo… ,ya que dependiendo la edad podría inducirle a pensar que le están buscando y volverá.
  • Preparar un monólogo y no dejarles que pregunten no es la manera. Lo ideal sería darle la información poco a poco, y que vaya realizando las preguntas para saber así que le preocupa.
  • Es importante que los niños no pierdan sus rutinas del día a día, ya que les aporta estabilidad y seguridad.
  • Recordar a la persona fallecida. Esto es parte del duelo y necesario. La evitación del recuerdo puede provocar más dolor en el menor. Y de esta manera, podrían entender que no está prohibido recordarlo, sino que es algo normal.

Es importante que sean informadas todas aquellas personas con las que el menor pasa tiempo; maestros, profesores de clases extraescolares, si las hacen, miembros de la familia…



Reacciones del duelo en niños

Las reacciones emotivas del niño ante la muerte son parecidas a las de los adultos, aunque se expresan de formas diferentes.

Sienten:

  • Tristeza por lo que ha sucedido
  • Rabia por sentirse abandonados
  • Miedo de quedarse solos
  • Temor de que pueda morir otro familiar
  • Enfado con los demás, con otros niños del colegio.

-Sentimiento de culpa por haber causado la muerte. El niño puede pensar que la muerte tiene que ver com que “es malo” o ha tenido mal comportamiento y elaborar fantasías de muerte.

   Hay tres preguntas que se hace el menor (puede verbalizarlas o no)

  •   ¿Ha sido mi culpa su muerte?
  • ¿Puedo hacer algo para que la persona vuelva?
  • ¿Cuándo te vas a morir tú?

Una vez pasadas los primeros días del duelo debemos vigilar durante los 3/4 meses, si refiere pesadillas o problemas de sueño, si tiene cambios bruscos de actitud y conducta, dificultad para retomar sus rutinas o si presenta ansiedad o depresión.

Los niños se comunican de distintas maneras que un adulto. Teniendo en cuenta la edad, los canales de expresión pueden ser:

  • Cuentos o dibujos: para introducir al niño la comprensión de lo que ha sucedido. Los dibujos son muy necesarios para narrar su historia interior a través de lo que dibuja y los colores que usa.
  •  Uso de imágenes de la naturaleza: una flor marchita o un pajarito muerto, pueden servir de paralelismo para comprender.

Las perdidas vividas en la infancia pueden dejar secuelas emotivas, sobre todo cuando se les ha privado de la realidad y la despedida.

Les produce confusión sobre su significado y hace más complicado el modo de afrontar perdidas sucesivas.

Según como elaboremos, tendremos serias consecuencias en nuestro desarrollo personal.


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